El aluminio tiene una apariencia excelente y es resistente a la corrosión por naturaleza. Sin embargo, para potenciar algunas de sus propiedades y mejorar la protección contra la corrosión, utilizamos varios tipos de tratamiento de superficie. Con determinados métodos, se puede influir en las siguientes propiedades:
- Color
- Dureza
- Fricción
- Aislamiento eléctrico
- Textura de la superficie
Lacado y anodizado
Cuando hablamos del tratamiento de una superficie de aluminio, hablamos sobre todo de lacado y anodizado. El anodizado sella y protege el aluminio extruido. El lacado ofrece una selección ilimitada de colores y en diversos brillos, con una excelente consistencia de color.
El tratamiento de superficies puede incluir también el gofrado, el esmerilado, el pulido, el secado, la envoltura y la impresión.
Por qué el anodizado es una gran ayuda
Al anodizar tus extrusiones de aluminio obtendrás una superficie que repele la suciedad y mejora la resistencia a la corrosión, lo cual te proporcionará una superficie con revestimiento aislado eléctricamente y preservará el acabado del metal. Y además, es una superficie muy agradable al tacto.
Acabado mecánico
En nuestra investigación y desarrollo damos siempre prioridad al tratamiento de superficie, lo cual incluye el acabado mecánico. El proceso consta de:
- Anodizado y técnicas y procesos de pintura
- Pruebas de anodizado con control de corriente, voltaje, temperatura y composición del baño
- Compatibilidad con composiciones de aleaciones
- Pruebas de corrosión para perfiles pintados
- Desarrollo de los parámetros del proceso
- Medidas de la forma de onda de la corriente, del voltaje y de las temperaturas
- Pruebas de calidad y caracterización de revestimientos anódicos
- Análisis de superficie y composición química
- Topografía de la superficie
- Pruebas de desgaste